ENTREVISTA A JORGE CASTRO RUBEL, EL ULTIMO NIETO EN
RECUPERAR SU IDENTIDAD.
Es sociólogo, hace una semana supo que era hijo de los desaparecidos Hugo
Castro y Ana Rubel y que había nacido en la ESMA” El 24 de
marzo de 2004, Jorge Castro Rubel estuvo en la ESMA. Fue al acto en el que se
anunció que el lugar se iba a convertir en un Espacio para la Memoria. El
estaba volviendo, pero no lo sabía. Había nacido ahí, en junio o julio de 1977.
Fue un bebé prematuro y de poco peso que los represores llevaron a la Casa
Cuna. Jorge se enteró de esta historia, la suya, hace una semana. Hasta que una
tía se acercó para decirle que quienes creía que eran sus padres no lo eran,
nunca había tenido dudas sobre su identidad. Pero en ese instante supo que
podía ser hijo de desaparecidos. Lo siguiente fue llamar a Abuelas de Plaza de
Mayo.
Sabemos que
hay niños supervivientes de la riuada, adoptados, que no quieren saber nada al
respecto, con absoluta certeza conocemos uno que no quiere buscar ni encontrar su verdad, le
basta con la vida acomodada que encontró al ser adoptado.. Quizá por eso me ha impactado este relato, por
la sensibilidad de este niño desparecido encontrado hombre ya, hacia su familia biológica desconocida, que le
buscaba, y he sentido la necesidad de compartir en este blog algunos fragmentos
de su entrevista:
…. “En un primer momento lo que me
moviliza es pensar: “Si hay una familia que me está buscando, yo no puedo ser
egoísta y hacerme el tonto, por ahí hay familia, amigos de quienes me gestaron
que están hace una vida buscándome”. Yo sentí en primer lugar una responsabilidad con
ellos. Pero después, en terapia, fui entendiendo que también era por mí, que
era muy importante conocer mis orígenes….. Además es sentir que uno de algún
modo lleva una felicidad enorme a un montón de gente.
–Nunca tuve dudas sobre mis orígenes. Tampoco era un
tema que se hablara demasiado. En cualquier familia se da por hecho, si no se
habla algo en contrario, de que los hijos son los hijos. Hasta que en agosto
una tía se acercó y me dijo que entendía que un chico... o más bien un joven de
37 años no podía no saber sus orígenes y que me quería contar que era adoptado.
– Me enojé desde el lugar de que una persona de 37
años no puede vivir sin saber cuáles son sus orígenes. Además de todas las
repercusiones que puede tener, por ejemplo cuando vas al médico y te dicen si
tenés herencia de tal o cual cuestión, decís que no la tenés, pero la respuesta
en realidad es que no sabés. Sí, me enojé.
Pero mi identidad se fue construyendo en 37 años. Esto
me viene a enriquecer la vida. Me parece
una información esencial conocer mi origen. Pero esto no desplaza mi historia,
no empiezo de nuevo, esto me enriquece. Y reformulo muchas cosas. …..Y
seguimos en un contacto cotidiano, porque no me voy a desvincular de ellos.
……pero me preguntaba cómo podía ser
que habiendo tantas personas buscándote tantos años no tengas el compromiso de
ir a hacerte el ADN para reparar tanta tragedia. Entendía las contradicciones que
podían tener, pero me parecía que tenían una obligación de aportar lo suyo.
–¿Por qué es importante para
vos saber la verdad?
–Porque creo que no se puede vivir sin conocer la
historia y los orígenes de uno. Uno tiene la obligación y la necesidad vital de
saber cuáles son sus orígenes. Y las
familias deben saber si el chico que están buscando está, y si está bien.
Luego, las historias de cada uno son particulares y cada uno las procesa a su
modo. Cada uno hace lo que puede y quiere con eso. Yo elijo profundizar en el
conocimiento de mis viejos, de su historia y conocer a mi familia. Es una bomba, una conmoción que te digan que
la historia que conocés está incompleta o está equivocada, pero te lo tienen
que decir.
Ojalá todos los niños desaparecidos y supervivientes de la riada conocieran algun dia su verdad ... y ojalá todos ellos tuvieran esta sensibilidad hacia las familias que buscan, hacia ese pedazo del mapa de su vida inconcluso...